Os
voy a contar una anécdota muy curiosa que paso en mi pueblo hará dos o tres
años. Un día normal de verano, fui a comprar el pan a la tienda de siempre y esperando
mi turno, oí a unas señoras decir algo de una virgen que había aparecido en un
portal. No le preste demasiada atención, y me fui a mi casa. Pero a la tarde,
quede con una amiga y me conto que su abuela había oído no sé qué de una virgen,
que había aparecido de repente, que se decía que era una señal divina… y
movidas muy turbias. Así que al final decidimos ir a curiosear y acabamos yendo
al lugar donde se supone que había pasado ese fenómeno. Cuando llegamos, había velas
encendidas en el suelo junto la puerta de un portal, y en la pared, si te
fijabas mucho, mucho, mucho, se veía una silueta, una mancha que formaba la
cara y el cuerpo de una mujer. (Si no lo he dicho ya, yo soy del País Vasco, y
como ya sabéis, allí casi siempre está lloviendo, hace frio y hay mucha humedad,
sobre todo donde vivo yo, que es en la costa. Por eso, es normal que salgan
manchas en las paredes o haga más frio). Total que se había revolucionado todo
el pueblo por una mancha de humedad en una pared, y lo más impactante que es
vino la televisión y todo.
Pero…
tras unos días, todo el pueblo se olvidó de la “aparición” y a las dos o tres
semanas, estaba cubierta por un graffiti anarquista.
¿Conclusión?
Yo quiero un poco de fe, que visto lo visto… funciona mejor que los porros.
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